En el alma del mundo. Los años pasan, las etapas se cierran, el público se renueva y La Tierra sigue adelante. Las historias se acumulan, el planeta evoluciona, las políticas se estancan y los errores se contagian. Las mentiras se maquillan, las verdades se esconden, las necesidades se negocian con los precios más bajos del mercado. El show sigue, ni la muerte lo contiene, mientras el morbo de la miseria ni un burócrata lo detiene.
Cuántos amores murieron sin nacer, y quién pudo llegar vivo a ver el amanecer. Las palabras que se guardaron se quedaron juntando el polvo del tiempo en el ayer, olvidadas y apoyadas en algún cajón de un atardecer. En tanto todavía existe el alivio, abrazos sinceros, miradas que dan miedo. Memorias de años con guerras, insensibles con bronca en sus venas. Convivientes de un planeta indiferente.
Hoy la actuación parece seguir los mismos pasos de baile del resto de la humanidad, al final el hombre del espejo será nuestro eterno rival. Porque es más fácil fomentar el odio que amar. Involucra menos rasgos de nuestra profundidad. Será que en el lado oculto de la luna estará la verdad.