Sopla el viento

Sopla el viento

y arrastra consigo

el susurro de las aves

y el color de la pradera,

las hojas secas de los robles

y el clamor del agua clara

Sopla el viento

y se lleva en su regazo

un momento de silencio

entre nuestros ojos grises,

una lágrima que brota

y un saludo desde lejos

Sopla el viento

y se lleva las estrellas

que mirábamos los dos

cada uno en su ventana,

desde el campo amarillento

desde el pueblo taciturno

Sopla el viento

y se lleva nuestros nombres

de la mente, de los labios,

antes rojos, ahora quietos,

antes dulces, ahora tristes,

silenciosos, apagados

Sopla el viento

y se lleva nuestras almas

del lugar en que florecen

las caléndulas y el sauce,

y donde el canto de los búhos

llena las noches sin luna

Sopla el viento

y te siento ya muy lejos

aunque sigues clavado

en mi pecho

como la espina

de una rosa marchita

Sopla el viento

y nos vamos lentamente,

cabizbajos y callados,

sin tomarnos de la mano,

sin mirar hacia el costado

y por caminos separados.